El Centro de Innovación de Roche en Basilea se enfrentó a varios retos críticos a la hora de diseñar un entorno de laboratorio de vanguardia para apoyar su investigación en oncología, neurociencia y enfermedades infecciosas. Entre ellos cabe citar los siguientes:

• Garantizar la seguridad, fiabilidad y rendimiento de los sistemas de control de gases para minimizar los riesgos operativos.
• Evitar tiempos de inactividad imprevistos, que podrían dar lugar a laboratorios infrautilizados y retrasos en los proyectos.
• Hacer frente a las crecientes limitaciones de espacio manteniendo un alto nivel de funcionalidad.
• Mitigar los retrasos de los proyectos causados por plazos de entrega poco fiables.

Con el objetivo de crear un entorno sostenible que fomente la colaboración entre más de 1.800 científicos, ingenieros y médicos, el laboratorio necesitaba un equipo de control de gases que fuera fiable y adaptable para satisfacer las exigencias específicas de los proyectos de investigación más importantes.